Ir al contenido

✨ Libro ✨ El enemigo está adentro✨ 
La batalla más difícil no es contra el mundo… es contra tu propia mente.
Autor: Juan Manuel De Castro (Wolf)

✨ CAPÍTULO 11 — Injusticias y libre albedrío


Hay una verdad incómoda que todos descubrimos tarde o temprano:

la vida no siempre es justa.

Podés hacer todo bien… y que salga mal.

Podés amar con el alma… y que te abandonen.

Podés esforzarte años… y no ser valorado.

Podés darlo todo… y no recibir casi nada.

La vida no firma contrato con nadie.

La vida no promete equidad.

La vida no te garantiza que “si hacés A, vas a recibir B”.

La vida simplemente sucede.

Con caos.

Con azar.

Con sorpresa.

Con belleza y con golpes.

Y ahí es donde muchas personas se quiebran, porque confunden injusticia con falta de valor.

Pero no es así.

La vida no es justa ni injusta:

**la vida es.

Y vos decidís qué hacer con eso.**

Lo que no controlás (y tenés que aceptar)

Hay cosas que no dependen de vos:

  • la familia en la que naciste

  • las oportunidades iniciales

  • las pérdidas inesperadas

  • la economía del país

  • las decisiones de otros

  • las tormentas de la vida

  • los tiempos ajenos

  • la salud de quienes amás

  • los finales que no elegiste

Nada de eso está en tus manos.

Y luchar contra lo que no controlás solo te desgasta.

Aceptar no es rendirse.

Aceptar es reconocer la realidad para dejar de pelear con fantasmas.

Lo que sí controlás (y cambia tu destino)

Aunque no controles todo, controlás algo infinitamente más poderoso:

Cómo respondés a lo que te pasa.

Eso es libre albedrío.

Eso es libertad interna.

Eso es lo que define tu vida.

No decidís el golpe.

Decidís si te levantás.

No decidís la herida.

Decidís si la convertís en sabiduría.

No decidís el abandono.

Decidís si te abandonás o te sostenés.

La vida no premia al que más sufre.

La vida premia al que no se pierde en el sufrimiento.

La injusticia no define tu valor

Cuando algo injusto te sucede, la mente crea narrativas tóxicas:

“Debo haber hecho algo mal.”

“No soy suficiente.”

“No valgo lo mismo que otros.”

“Alguien como yo no merece más.”

Pero ninguna de esas frases es real.

Son heridas hablando.

Son golpes sin procesar.

Son conclusiones nacidas del dolor, no de la verdad.

La injusticia no dice nada sobre vos.

Dice todo sobre el mundo.

Tu valor es interno, no negociable, no condicionado por el resultado.

La diferencia entre víctima y responsable

Ser víctima no es un rol moral.

Es un estado mental.

La víctima dice:

“Me pasa esto, no puedo hacer nada.”

El responsable dice:

“Me pasa esto, pero decido qué hacer con lo que me pasa.”

La víctima se queda atada a lo que perdió.

El responsable construye con lo que queda.

La víctima entrega su poder.

El responsable lo recupera.

Y esa diferencia es el corazón del libre albedrío.

**No siempre elegís lo que te pasa,

pero siempre elegís quién te convertís a partir de eso.**

El misterio del tiempo: cuando lo que querías no era para vos

Hay injusticias aparentes que, vistas con distancia, tenían sentido.

Personas que se fueron… para dejar espacio a personas mejores.

Puertas que se cerraron… para empujarte hacia caminos nuevos.

Sueños que se rompieron… para que nacieran sueños más tuyos.

Dolores que te hicieron fuerte… sin que lo notaras.

No todo lo que duele es injusto.

A veces es necesario.

A veces es redirección.

A veces es protección.

El alma tiene su lógica.

El tiempo tiene su sabiduría.

La resistencia: el puente entre el dolor y la transformación

Cuando la vida te exige más de lo que creías tener, aparece la resistencia.

Resistir no es aguantar la tormenta con los dientes apretados.

Resistir es mantenerte de pie sin perderte a vos mismo.

Es sostener tu dignidad.

Es recordar tu valor.

Es creer en un futuro que todavía no ves.

Es seguir moviéndote aunque sea un paso por mes.

La vida no premia al que más quiere.

La vida premia al que insiste sin abandonar su esencia.

Tu libertad interna es lo que nadie te puede quitar

Todo puede cambiar alrededor.

Todo puede derrumbarse.

Todo puede ser injusto.

Pero hay algo que no puede ser tocado:

tu elección interna.

Tu actitud.

Tu respuesta.

Tu filosofía.

Tu forma de mirar.

Tu compromiso contigo mismo.

Tu capacidad de transformar lo que te pasa.

Esa libertad es tuya.

Nadie la otorga.

Nadie la quita.

Ejercicio (2 minutos): Dónde termina la vida y dónde empezás vos

  1. Escribí una injusticia reciente que te marcó.

  2. Separá en dos columnas:

    • Lo que no controlo

    • Lo que sí controlo

  3. Elegí una sola acción que esté en la columna de “sí controlo”.

  4. Decí en voz baja:

“Esto duele, pero no me define. Yo decido mi respuesta.”

Frases memorables del capítulo

  • “La vida no es justa ni injusta: es. La justicia la hacés vos con tu respuesta.”

  • “No controlás lo que pasa, pero controlás quién sos cuando pasa.”

  • “La injusticia no define tu valor; define el mundo.”

  • “La víctima entrega su poder; el responsable lo recupera.”

  • “El tiempo revela que algunas pérdidas eran protección.”


<- Índice <- Capítulo 10 Capítulo 12 ->