Ir al contenido

✨ Libro ✨ El enemigo está adentro✨ 
La batalla más difícil no es contra el mundo… es contra tu propia mente.
Autor: Juan Manuel De Castro (Wolf)

🔥 CAPÍTULO 5 — Sabotajes, miedos y autoengaño


Hay una parte de vos que quiere avanzar…

y otra parte que te tira para atrás.

Una quiere crecer.

La otra quiere quedarse donde está.

Una sueña en grande.

La otra se asusta hasta de dar un paso.

Esa contradicción interna es universal.

No tiene que ver con tu historia, tu edad o tus circunstancias.

Tiene que ver con algo más básico:

la mente quiere seguridad, no libertad.

Y todo lo que implique cambio, crecimiento, riesgo emocional o vulnerabilidad…

la mente lo interpreta como peligro.

Aunque sea bueno para vos.

Aunque sea exactamente lo que necesitás.

Por eso te saboteás.

No porque seas débil.

Porque tu mente está confundida.

El sabotaje es un mecanismo de protección mal programado

La mente prefiere un infierno conocido a un paraíso desconocido.

Prefiere repetir patrones que te lastiman, antes que enfrentarse a lo nuevo.

Por eso te empuja a:

  • postergar lo importante

  • buscar drama cuando había paz

  • elegir personas que no te eligen

  • dejar proyectos por la mitad

  • buscar distracciones cada vez que estás por avanzar

  • compararte hasta destruirte

  • quedarte donde no creces

  • repetir errores que prometiste no repetir

No es mala intención.

Es miedo.

El sabotaje es una reacción automática a la posibilidad de cambio.

La mente piensa: “Si avanzo, puedo fallar. Si no hago nada, no me expongo.”

Pero en ese “no me expongo”, perdés años.

La raíz del sabotaje: el miedo inconsciente

Todo sabotaje nace de uno de estos tres miedos:

1. Miedo a no ser suficiente

El más común.

La voz dice: “¿Para qué intentar si seguro sale mal?”

2. Miedo a perder lo que ya tenés

Incluso si lo que tenés no te hace feliz.

3. Miedo a ser visto realmente

Porque cuando te mostrás de verdad, ya no podés esconderte detrás de máscaras.

Estos miedos no se vencen con fuerza, sino con conciencia.

No se destruyen: se desactivan cuando los reconocés.

El autoengaño: la mentira que te contás para no avanzar

El autoengaño es el disfraz elegante del miedo.

Se presenta como excusas que suenan racionales:

“No es el momento.”

“Más adelante lo hago.”

“Todavía no estoy preparado.”

“No quiero perder lo que tengo.”

“Después va a ser mejor.”

“Así estoy bien.”

“No necesito cambiar.”

Mentiras suaves.

Cómodas.

Sedantes emocionales.

El autoengaño te calma, pero te detiene.

Te abraza, pero te achica.

Te protege, pero te encierra.

La verdad incómoda sobre el autoengaño

El autoengaño tiene un precio:

te convierte en prisionero de tus propios límites.

Cada vez que te mentís, te volvés más pequeño.

Cada vez que evitás lo que sabés que tenés que hacer, perdés poder interno.

Cada vez que elegís el miedo sobre la verdad, la voz del enemigo interior se fortalece.

Sanar empieza cuando te animás a decirte lo que evitaste durante años.

No hace falta gritarlo.

No hace falta escribir un libro sobre eso.

A veces basta con una frase honesta, dicha en silencio:

“Soy yo el que se está frenando.”

Esa frase destruye años de autoengaño.

Cómo romper el sabotaje interno

No se rompe con motivación.

Se rompe con acción.

1. Hacer justo lo contrario del impulso saboteador

Si querés postergar, hacelo ahora.

Si querés huir, quedate.

Si querés callarte, hablá.

Si querés volver a un patrón viejo, elegí algo distinto.

Cada pequeño acto contrario al miedo reprograma tu mente.

2. Elegir incomodidades cortas en vez de sufrimientos largos

El cambio duele… un momento.

El no cambiar duele… toda la vida.

Tu mente elige la comodidad inmediata, pero vos podés elegir la libertad a largo plazo.

3. Reemplazar excusas por decisiones

Cada vez que escuches tu excusa favorita, respondé con una pregunta:

“¿Es verdad o es miedo?”

La mayoría de las veces… es miedo.

Y cuando lo ves, deja de tener poder.

La valentía real no es no tener miedo; es avanzar igual

Creemos que la valentía es grande, épica, cinematográfica.

Pero no.

La valentía real es cotidiana:

es decir la verdad,

es elegir lo sano aunque duela,

es dejar ir lo que te anestesia,

es avanzar sin garantías,

es confiar en vos cuando tu mente te quiere proteger demasiado.

Valentía es ser honesto con vos mismo, incluso cuando asusta.

Y cuando sos honesto, dejás de sabotearte.

Porque ya no hay mentira que sostener.

Ejercicio (2 minutos): Reconocer tu sabotaje dominante

  1. Respondé en una frase:

    “Yo me saboteo cuando…”

    (terminá la oración sin pensar demasiado)

  2. Identificá el miedo detrás:

  • ¿miedo a fallar?

  • ¿miedo a no ser suficiente?

  • ¿miedo a perder algo?

  • ¿miedo a ser visto?

  1. Escribí esta frase final:

“Yo puedo con esto. Ya no necesito protegerme de lo que quiero construir.”

Repetila cada mañana durante una semana.

Es un reinicio psicológico.

Frases memorables del capítulo

  • “El sabotaje no es maldad: es miedo sin controlar.”

  • “Tu mente prefiere lo conocido, incluso si te lastima.”

  • “El autoengaño te calma hoy, pero te rompe mañana.”

  • “No te saboteás porque no podés; te saboteás porque creés que no podés.”

  • “La libertad empieza cuando te decís la verdad.”


<- Índice <- Capítulo 4| Capítulo 6 ->