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Luces del Alma

Reflexiones para volver a vos
Autor: Juan Manuel De Castro (El Vikingo)


📖 CAPÍTULO 11 — El propósito como brújula del alma

Hay una pregunta que aparece tarde o temprano en la vida de todos:

“¿Para qué estoy acá?”

No siempre con esas palabras,

pero sí con esa intención.

Es una inquietud que nace en el pecho,

en los momentos de cambio,

de vacío,

de búsqueda,

o cuando sentimos que algo no encaja del todo.

El propósito no es un objetivo externo.

No es una profesión,

ni un rol,

ni un logro.

El propósito es una dirección interior.

Una brújula silenciosa que te orienta incluso cuando no ves el camino.



🌿 El propósito no se encuentra afuera

Durante mucho tiempo buscamos sentido en el exterior:

  • en lo que hacemos,

  • en lo que logramos,

  • en lo que los demás esperan de nosotros,

  • en las metas que nos proponemos,

  • en la aprobación ajena.

Pero tarde o temprano descubrimos que nada de eso llena el alma por completo.

El propósito no viene de lo que tenés,

ni de lo que conseguís,

ni de lo que mostrás.

El propósito viene de lo que sos.

De tu esencia.

De aquello que te mueve aun cuando nadie te mira.



🌙 El propósito no es un destino: es un modo de caminar

Muchas personas se angustian buscando “la gran misión de la vida”,

como si fuera una frase escrita en una pared secreta del universo.

Pero el propósito no es una frase.

Ni una tarea.

Ni una misión gigantesca.

El propósito es un hilo interno que atraviesa todo lo que hacés.

Algo que te acompaña siempre,

aunque vos no lo sepas nombrar.

Tu propósito está en:

  • lo que te da paz,

  • lo que te inspira,

  • lo que te hace sentir útil,

  • lo que te hace bien hacer por otros,

  • lo que te despierta el alma,

  • lo que te conecta con lo divino,

  • lo que te devuelve a vos mismo.

El propósito no es un destino final.

Es un modo de avanzar.



🔎 El propósito se revela cuando te escuchás

No se revela cuando corrés,

ni cuando forzás,

ni cuando querés tener todo claro ya.

El propósito aparece cuando:

  • bajás la velocidad,

  • decís la verdad sobre lo que sentís,

  • dejás de imitar vidas ajenas,

  • te animás a soltar expectativas heredadas,

  • escuchás tu intuición,

  • aceptás quién sos sin excusas.

La brújula del alma solo funciona cuando dejás de vivir en automático.



✨ Dios también guía a través del propósito

El propósito es una forma en la que lo divino se manifiesta en lo cotidiano.

No siempre como una instrucción explícita,

sino como una orientación interna.

Es esa sensación de:

  • “Por acá sí.”

  • “Esto me da vida.”

  • “Acá siento paz.”

  • “Esto me conecta con algo más grande.”

El propósito te alinea con lo sagrado,

sin importar la palabra que uses para nombrarlo.

Cuando vivís desde tu propósito,

la vida fluye de otra manera.

No sin desafíos,

pero sí con más coherencia.

Y la coherencia es uno de los lenguajes más claros de Dios.



🌅 Vivir con propósito es vivir despierto

Cuando tu brújula interior está activa:

  • dejás de compararte,

  • dejás de buscar validación,

  • dejás de perseguir lo que no te representa,

  • dejás de mendigar afecto o aprobación.

Y empezás a:

  • elegir mejor,

  • cuidarte más,

  • rodearte de lo que te nutre,

  • valorar tu tiempo,

  • decir “no” sin culpa,

  • decir “sí” con alegría,

  • vivir con más sentido.

El propósito no te hace perfecto.

Te hace verdadero.

Te ayuda a caminar el camino de tu alma,

en vez de caminar caminos prestados.

Y cuando vivís desde ahí,

cada día, incluso el más simple,

tiene algo de sagrado.




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